Por MV Diego Delgado, Servicios Veterinarios Ceva Salud Animal
La Tifosis aviar es una de las tantas enfermedades que afectan a la avicultura industrial.
Genera pérdidas muy importantes en aves de postura comercial, tanto desde el punto de vista productivo como en lo económico.
La Tifosis aviar es una enfermedad infecciosa bacteriana, de curso agudo a crónico causada
por una Salmonella entérica serovar Gallinarum (SG) que es específica de las aves afectando a pollos, gallinas pavos y faisanes que se caracteriza por presentar afección esplénica, hepática y septicemia principalmente.
Etiología:
Salmonella Gallinarum es una bacteria que está completamente adaptada al huésped, no
causa enfermedad en otras especies animales que no sean las aves. Afecta aves de corral de
todas las edades provocando severos problemas productivos y económicos. La bacteria se
acantona dentro de las células del sistema fagocítico mononuclear y persiste dentro de los
macrófagos en hígado y bazo.
La transmisión de Salmonella Gallinarum puede ser por vía horizontal o vertical, siendo la
principal fuente de infección las aves infectadas. Es sumamente importante el concepto de
bioseguridad para prevenir su transmisión: personal, roedores, equipos o cualquier fómite que genere un riesgo para transportarla.
Consideraciones generales
Las aves pueden manifestar depresión, somnolencia, anorexia, a las caídas, deshidratación,
respiración dificultosa, diarrea, debilidad y adherencia de las heces en la cloaca (Huberman,
2008).
Generalmente la enfermedad cursa con severas mortandades en aves susceptibles, aunque
ocasionalmente puede ocurrir una infecciona persistente en aves que superaron la fase aguda de la enfermedad (Wigley et al, 2002; Wigley, 2004).
La Tifosis aviar ocasiona una septicémica en las aves afectando varios órganos como el
hígado, bazo, pulmón, intestinos, corazón, ovarios. El tipo de presentación dependerá del tipo de bacteria, su patogenicidad y las condiciones del hospedador. La enfermedad puede
presentarse de forma aguda o crónica. En una infección aguda, produce una alta mortalidad
(hasta el 90%) y una caída en la producción de huevos si afecta a planteles en la etapa de
producción. Si la enfermedad de presenta en forma crónica la mortalidad es esporádica,
pudiendo observarse una menor producción relacionada a la cantidad de huevos.
Las pérdidas productivas y económicas dependerán de otras variables asociadas como:
estrés, genética, manejo, agentes infecciosos asociados, estado nutricional, dosis de
desafío, entre otras.
Tifoidea aviar aguda. En algunas circunstancias, el hígado agrandado se encuentra anchado
con múltiples necrosis miliares. Los brotes se observan principalmente en gallinas y pavos,
pero la enfermedad se encuentra también en algunas ocasiones en otras aves omésticas y
salvajes.
Tifoidea aviar aguda. El bazo se encuentra dos a tres veces más grande que lo normal, y en
ciertas ocasiones con nódulos grisáceos blanquecinos, prominentes en la superficie, que
representan folículos hiperplásicos.
Tifoidea aviar aguda. En pocas ocasiones, se detecta necrosis miocárdica debida a las
toxinas de Salmonella. Puede tomar importancia la transmisión de la infección por huevos
contaminados es especialmente importante. Más aún la diseminación de Salmonella Gallinarum puede ocurrir principalmente entre lotes en crecimiento y en producción y la tasa de mortalidad entre aves adultas es alta.
Control de la enfermedad
Como se menciona anteriormente el control de la enfermedad estará vinculado a una correcta bioseguridad y manejo dentro del establecimientos. Bioseguridad
Manejo
Vacunación
Puntos claves para el control de la Tifosis Aviar
Mediante esta estrategia de control se podrá prevenir o reducirla infección de Salmonella
Gallinarum en la granja. La bioseguridad y el manejo son herramientas fundamentales para
garantizar el éxito en el control de la enfermedad. Son muchas las variables que deben tenerse en cuenta a la hora de establecer un sistema de control sobre Salmonelosis Aviar en las granjas. Son muchos los agentes, animados e inanimados, que pueden ser portadores y
diseminadores de Salmonella en las granjas, como pueden ser moscas, cascarudos, roedores, personal de la granja, aves y otros animales silvestres, fuentes de alimento, vehículos, reptiles etc.
Un correcto y eficaz programa de bioseguridad, conceptual, estructural y operativa, es clave
para evitar la infección por Salmonella Gallunarum. Dentro de dicho programa, ha sido
demostrado que la vacunación es una herramienta muy efectiva. Mediante un adecuado
programa de vacunación contra Salmonella, la misma puede ser controlada de manera eficaz.
No existe un plan de vacunación universal, se debe adaptar a cada establecimiento en función del tipo de explotación, número de dosis, vías de aplicación, personal etc.
En la prevención de la tifosis aviar se ha utilizado la vacuna viva de Salmonella Gallinarum,
cepa 9r, como así también vacunas inactivadas. Si bien las vacunas inactivadas son seguras
porque no hay reversión a la virulencia, no hay propagación en el medio ambiente, se
considera que las vacunas vivas tienen ventajas ya que inducen una respuesta más integral
debido a la expresión de todos los antígenos apropiados in vivo induciendo una mejor
protección porque estimulan tanto la inmunidad celular como la respuesta humoral (Van
Immerseel et al, 2005). La inmunidad mediada por células es sumamente importe en el control de Salmonella Gallinarum, esta cepa también puede proporcionar cierta protección contra Salmonella Enteritidis y Typhimurium.
La cepa 9r induce una inmunidad celular y humoral, la eliminación de la cepa vacunal del
organismo de las aves ocurre unas tres semanas después de la vacunación (Wigley et al,
2005).
Un correcto plan vacunal, tanto con vacunas vivas y vacunas inactivadas, es clave para
prevenir la Salmonellosis (tíficas y paratíficas) en las granjas.
Si bien la vacunación de las aves es la clave para prevenir, esta y otras tantas enfermedades,
se debe tener presente que las aplicaciones de vacunas generan un estrés, inevitable en los
animales. Es sabido que el estrés puede producir perdida de uniformidad, menor producción de huevos, problemas de manejo etc.
Se debe contar con una adecuada combinación de vacunas, vivas e inactivadas, para el control de la enfermedad. No sólo será importante la calidad de las vacunas utilizadas, sino también el equipo de vacunación y la correcta aplicación en las aves.
Tener siempre presente que toda maniobra dentro de la granja, que involucre el agarre de las aves, genera un estrés en las mismas, inevitable en caso de la vacunación inyectable. Se de tener siempre presente que un programa de vacunación integral debe contar con mínimos agarres (con adecuado criterio profesional) tratando de minimizar el estrés en las aves.
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